MAX HEINDEL REDIVIVO

 

 

 

Capítulo II

 

 Encuentros y Desencuentros

 

Una Oración

 

No te pedimos más luz, o Dios,

Si no ojos para ver la que ya existe;

 

No te pedimos cantos más dulces,

Si no oídos para escuchar las melodías actuales;

 

No te pedimos más fuerza.

Si no el modo de usar el poder que ya poseemos;

 

No más amor, sino habilidad

Para convertir la cólera en ternura;

 

No más alegría, sino la capacidad

De sentir más próxima su inefable presencia,

 

Para dar a otros todo lo que ya poseemos

De entusiasmo y valor.

 

No te pedimos más dádivas, amado Dios,

 sólo sentido para percibir

Y usar,  de la mejor manera posible,

 Los dones preciosos que ya hemos recibido de Ti.

 

Haz que dominemos todos los temores,

Que conozcamos todas las santas alegrías,

 

Para que seamos los buenos Amigos que deseamos ser,

Para transmitir la verdad que conocemos;

 

Para que amemos la pureza

Para que busquemos lo bueno,

 

Y que, con todo nuestro poder, sepamos elevar

A todas las almas, para que vivan en

Armonía y a la luz de una perfecta libertad.

 

 
 
- Florence  May Holbrook

(1860-1932)

 

 

 

Glasgow, la mayor ciudad de Escocia

 

 

La vida doméstica no satisfacía a Carl Grasshoff, que decidió dejar a su familia y probar suerte en Escocia. Viajó a Glassgow en 1884, donde encontró un empleo como encargado en una tabaquería.

 

En esta ciudad conoció a su futura esposa, Catherine Dorothy Wallace que trabajaba en la litografía. Ella era natural de Glassgow, nació el 4 de Enero de 1869 y era hija de un fabricante de estufas, James Barr y Mary Anne Wallace. Carl tenía sólo veinte años cuando se casó con esta joven de dieciséis años el 15 de Diciembre de 1885.

 

La pareja dejó Glassgow y fijó su residencia en Liverpool. Fue durante esa época que Carl compró una copia del periódico “London Light” y leyó por primera vez el poema “A Prayer” de Florence Holbrook, provocándole una tan profunda impresión que jamás lo olvidó.

 

 

 

Liverpool, Inglaterra

 

 
 
 

Liverpool Moonlight, 1887, pintura al óleo de Atkinson Grimshaw

 

 

 

 Tal vez influenciado por Henry Robinsón, padrastro de su esposa, que era oficial de la marina mercante, Carl ingresó en este servicio. Cuando nació su primera hija, W. Catherina Anna, el 5 de Noviembre de 1886, él estaba trabajando en la marina mercante.

 

 
 
 
 
 

Carl Grasshoff, con casi 21 años, su primera esposa Cathy y su hija Wilhelmina

 

Después del nacimiento de su segunda hija, Louise Charlotte, el 5 de Noviembre de 1888, el matrimonio volvió a Copenhagen, donde nació su tercera hija, Nelly, el 5 de Noviembre de 1889.

 

 
 
Copenhagen, Dinamarca

 

 

En Copenhagen nació su cuarto hijo, llamado Frank, que cambió su nombre por el de Frank Gordon durante la primera guerra mundial, cuando estaba haciendo el servicio militar en los Estados Unidos de América.

 

Antes de emigrar a los Estados Unidos de América, probablemente en 1896, Carl, fue socio de su hermano en una importante firma de importaciones en Copenhagen, consiguiendo un buen nivel de vida. Su familia vivía en una gran casa, tenían empleados y hasta un teléfono. Los niños tenían un pequeño mono y su propia habitación de juegos. Su hermano se casó con una mujer de Dinamarca llamada Yrsa, y tuvieron un hijo llamado Alexandre, que emigró a los Estados Unidos de América durante el inicio de la primera guerra mundial y que murió en combate.

 

Anna, la hermana  de Carl, que se convirtió en una gran actriz, famosa en Dinamarca, se casó con un hombre llamado Jorgen y tuvieron dos hijos, Edith y Sigaard, que también murieron en combate durante la primera gran guerra.

 

Al tener que ausentarse del hogar por el trabajo, los niños se quedaron al cuidado de la abuela paterna, a la que dejó una gran cantidad de dinero por ese motivo.

 

Tal vez por sus frecuentes viajes y por la diferencia de temperamentos, la relación conyugal se desgastó hasta tal punto, que la separación se volvió inevitable. Su esposa desertó del hogar, alquilando un cuarto en algún lugar de Copenhagen y Carl decidió probar suerte emigrando a los Estados Unidos. Su ex-esposa murió el 14 de Octubre de 1902 en el hospital Fredriks de Copenhagen. Durante esa época ella vivía con Carl Larsen y se encargó de su funeral.Después de la emigración de Carl a los Estados Unidos de América, cerca de 1896, los niños se quedaron bajo la custodia de la madre de Carl.

 

 

 

De pie, su hermana Anna Emilie y su hermano Louis Julius August,

Sentada, su madre Anna Sorine Withen Grasshoff

 
 

Al mudarse a los Estados Unidos, cambió su nombre por el de Pax Heindel, y más tarde por el de Max Heindel. El primer desafío era encontrar empleo. Vivió en Somerville, Massachussets, un suburbio de Boston, donde trabajó como ingeniero en una fábrica de cerveza.

 
 
 

Somerville, MA, cerca de 1896,donde Heindel

trabajó como ingeniero en una fábrica de cerveza

 

En esta época conoció a Mrs. Peterson, que se convirtió en su segunda esposa. Ella tenía tres hijas y un hijo de su matrimonio anterior, estando el más mayor casado y los más jóvenes con edades semejantes a las de sus propios hijos.

 

El 7 de Septiembre de 1898, sus cuatro hijos (Wilhelmina, Louisa, Nellie y Frank) embarcaron en un vapor llamado S.S. “Island” hacia Nueva York para encontrarse con él.

 

Su segundo matrimonio no fue lo que él esperaba y la pareja se divorció. Heindel y sus cuatro  hijos establecieron su residencia en Roxbury, un suburbio al sur de Boston, donde vivieron cerca de cinco años.

 

No fue fácil encontrar empleo. Según informaciones dadas por J. Darrow, basadas en relatos de Augusta Foss-Heindel,  enviado por Theodore Heline a Earl Westenberg en Noviembre de 1970, había trabajado por un tiempo como bombero e ingeniero en un navío de vapor llamado Great Lake. Su último navío naufragó, pero fue capaz de nadar hasta encontrar tierra firme. Después de este incidente dejó su trabajo marítimo y se puso a trabajar como ingeniero consultor en calefacción y refrigeración. También fue miembro de la “Quaker Society” en esta época.

 
 
 

Great Lake Steamer, su último viaje marítimo.

 

 

 

CRONOLOGÍA

 

Cerca de 1884

 

Se muda a Glasgow, Escocia, trabaja como encargado en una tabaquería

 

1885

 

15 de Diciembre -  Carl se casa con Catherine Dorothy Luetjens Wallace, nacida el 4 de Enero de 1869; se mudan a Liverpool.

 

1886

 

15 de Junio -  La Sra. Grasshoff, su madre, se casa con Fritz Nicolaj Povelsen.

 

1888

 

Nov. 6  - Nace su hija Louise.

Diciembre -  se mudan a Copenhagen.

 

1889

 

5 de Noviembre -  Nace su hija Nellie.

 

1891

 

15 de Enero - Nace su hijo Frank.

 

Cerca de 1896

 

Carl emigra solo a E.U.A. y cambia su nombre por el de Pax Heindel; trabaja como ingeniero en una cervecería en Somerville, cerca de Boston, MA.

 

Cerca de 1897

 

Heindel se casa con una mujer de Dinamarca llamada Mrs. Petersen que tenía cuatro hijos

 

1898

 

7 de Septiembre -  los cuatro hijos de Heindel viajan a E.U.A. para vivir con él.

 

Cerca de 1899

 

Heindel se divorcia, mudándose con sus cuatro hijos a Roxbury, un suburbio al sur de Boston, MA.

 

 

Christ has no body now on earth but yours,
no hands but yours, no feet but yours;
yours are the eyes through which Christ's compassion looks out on the world,
yours are the feet with which He is to go about doing good
    and yours are the hands with which He is to bless us now.    
                                                            Teresa of Avila

 

 

Los árboles siempre verdes

Relatado por Florence Holbrook

 

 

El invierno había llegado y los pájaros habían volado hacia el Sur en busca de tierras más calientes y frutas para comer. Un pajarito se rompió el ala y no pudo seguir a los demás. Se quedó solito en aquel mundo de hielo y nieve. El bosque parecía ser más calentito y se fue arrastrando hasta los árboles para pedir ayuda.

“Voy a hablar con la Encina” –Pensó-  Y le dijo así:

 

   -Gran Encina, tú que eres tan fuerte ¿Me dejas vivir en tus ramas hasta que mis amigos vuelvan en Primavera?

 

   -¿En Primavera? –gritó la Encina- Falta mucho tiempo. Los pajarillos están siempre buscando alguna cosa para comer y ¿Cómo voy a saber que no vas a comerte mis bellotas?

 

“Tal vez el Sauce sea más bondadoso”, pensó el pajarillo y le dijo: - Gentil Sauce, mi ala está rota y no he podido volar con los otros pájaros hacia el sur, ¿Puedo vivir en sus ramas hasta que llegue la Primavera?

 

El Sauce no fue nada amable. Sacudió sus ramas y respondió altivamente:

 

    -En verdad no te conozco y los Sauces no hablan con desconocidos. Es posible que otros árboles acepten a extraños. Que lo pases bien.

 

El pobre pajarillo no sabía ya que hacer. Así que aún con el ala rota intentó volar a lo lejos, pero antes de que consiguiese desplazarse, oyó una voz:

 

     - ¿Adónde vas pajarito?

 

     -De verdad que no lo sé –respondió él con tristeza  - Tengo mucho frío.

 

     -Ven acá, entonces – le dice el amable Abeto, dueño de la voz  - Puedes pasar el invierno en mi rama más caliente, si quieres.

 

   -¿Me dejas? –Preguntó el pajarillo incrédulo.

 

   -¡Claro que sí! – Respondió el Abeto. Ven a esta rama de aquí que tiene más hojas y está más blandita.

 

    - Mis ramas no son muy gruesas –dice un amigable Pino-, pero soy grande y fuerte. Puedo protegerte a ti y al Abeto contra el viento del Norte.

 

   -¡Yo también puedo ayudar! –Dice un Mimbre. - Doy frutas todo el año y todos los pajarillos adoran las frutas de Mimbre.

 

Así, el Abeto dio un hogar al pajarillo, el Pino le protegió del viento del Norte y el Mimbre lo alimentó con frutas de Mimbre.

 

Los otros árboles miraban y comentaban arrogantes:

 

     -Yo no quiero a nadie comiéndose mis bellotas – Decía la Encina.

 

     -Yo no quiero saber nada de extraños – Dijo el Sauce.

 

Y todos se encerraron dentro de sus hojas.

 

A la mañana siguiente, todas las hojas, tan verdes y brillantes durante la víspera, estaban en el suelo, porque durante la noche, el frío viento del Norte había soplado y cada hoja que el viento sopló, se cayó al suelo.

 

     -¿Puedo soplar a todos los árboles del bosque? – Preguntó el viento, loco por hacer travesuras.

 

         - No – le dijo el rey del frío - Los árboles bondadosos con el pajarillo  que se rompió el ala, tienen que mantener todas sus hojas.

 

Es por eso que el Abeto y el Pino y el Mimbre están siempre verdes, incluso en Invierno.

 

 

 

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